Mi nombre es Andrea Grijalba.
Soy la hija del señor Hernán Grijalba. Y
les contare de la historia de la vida de mi padre y de su trayectoria como
Carpintero, Ebanista, Maderero, Mueblero como quieran decirle o como yo decía
cuando era niña "mi papá hace cajones", tengan en cuenta que yo tenía
más o menos 4 añitos.
Desde esa edad veía a mi padre trabajar
con mucho cariño en "los cajones" que hacía, me daba cuenta que se
fijaba en cada detalle, que si estuviera bien derechita la madera, que no se
viera torcida, que la formica estuviera bien pegada, que un cajón con respecto
al otro se viera derechito, que las puertas de los muebles se vieran parejitas.
Me enseño a ver la profesión con cariño.
Así que me entusiasmé por aprender y así
fue. Cuando estuve mas grandecita mi padre me enseño a aplicar pegante, a
clavar puntillas, a cuadrar o mejor dicho a "escuadrar" (dícese de
algo que se cuadra con escuadra; sí si fue un chistecito.) una madera con otra,
un palito con otro y así sucesivamente para armar un mueble, claro que a la
edad de 12 no era mucho lo que yo podía hacer, aunque si me gustaba ayudarle
mucho.
Mi padre ha trabajado toda su vida en esta
profesión, conforme pasa el tiempo y las modas cambian el se ha acoplado y
cambiado el con momento, siempre atento a los detalles.
Trabajo hace muchos años haciendo muebles
de ropa, ¿alguien recuerda los llamados armarios? si fue hace mucho tiempo.
Trabajo luego haciendo tapas para las
mesas de maquinas de coser, tiempos en los que muchas mujeres realizaban un
trabajo grato y bien remunerado, ahh que tiempos aquellos.
Trabajo haciendo salas, comedores y
alcobas, pregunten a sus padres que es una "poltrona", si eran unos
sillones enormes tapizados por todos lados, de colores vistosos,
definitivamente eran de la época; y pregúntenles también por esos comedores
elegantes y amplios donde toda la familia se podía sentar a comer y me refiero
a toooooda la familia; camas talladas con patas torneadas, dignas de un rey,
algunas con barandillas para el dichoso toldillo, ja ja ja los mosquitos podían
llegar a molestarte.
También trabajo haciendo
"cajones" de sonido, ah mi mejor época con él, hacia unos bafles para
autos, minitecas, discotecas; la verdad era muy bueno hacia que sonaran hermoso
y dependiendo del oído del cliente, que sonaran durísimo; recuerdo que un
cliente estuvo tan agradecido por uno de esos bafles para su auto que decidió
ingresar a un concurso "sound-car" en Venezuela y si adivinaron, el mueble
de sonido que mi padre había creado ganó, hubo fiesta y celebración en honor a
mi padre, fue un recuerdo muy lindo que no olvidaré.
Ahora mi padre trabaja fabricando cocinas
integrales, si así es todo el mundo quiere una y él puede darle el gusto. Saben
que les digo, después de tantos años y tantos "cajones" le veo en sus
ojos ese mismo amor que descubrí cuando tenía 4 años, claro que ahora tiene
mucha experiencia y eso ha logrado que perfeccione ese arte que tanto le gusta.